Para los que estos días estéis en Barcelona, la Obra Social la Caixa presenta Turbulencias, una exposición de su colección de Arte Contemporáneo en la que los artistas lanzan una mirada crítica sobre el mundo en que vivimos y pretenden promover el debate y la reflexión más activa acerca de la sociedad que hemos construido y en la que convivimos.
Turbulencias, agitación, sacudida
Las turbulencias son movimientos bruscos que nos hacen estar más atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, y el arte puede ser uno de los mejores exponentes de ese concepto. En la Obra Social la Caixa lo tienen claro y por eso han elegido su colección de Arte Contemporáneo para mostrarlo.
La muestra se compone de veinte obras de los artistas Equipo Crónica, Walter Dahn, José Damasceno, Smadar Dreyfus, Dionís Escorsa, Nir Evron, Harun Farocki, Pedro G. Romero, Ana Garcia-Pineda, Thomas Hirschhorn, Anselm Kiefer, Guillermo Kuitca, Antoni Muntadas, Paulo Nazareth, Damián Ortega, Walid Raad, Sophie Ristelhueber, Juan Ugalde y Bill Viola.
Turbulencias hace hincapié en una de las líneas más definitorias de la Colección la Caixa, como es el compromiso social del arte. Todos los artistas proceden de sitios dispares y tienen formas de hacer distintas, pero coinciden en su conciencia crítica.

Las obras de Turbulencias
Entre las obras que se exponen en Turbulencias se encuentran instalaciones de gran tamaño, como Mother´s Day de Smadar Dreyfus, que ocupa el espacio central de la sala intentando que concentra el impacto emocional en el sonido de la voz. La imagen actúa como pausas de silencio y la oscuridad es aislante para unas palabras que expresan el conflicto de una separación impuesta, una identidad despreciada y una nacionalidad no reconocida.

Damián Ortega, por su parte, trata con ironía la vulnerabilidad de la economía global actual; Paulo Nazareth, el desgaste de los ideales nacionalistas; Guillermo Kuitca, el sufrimiento y la soledad en las ciudades.
Walid Raad reflexiona sobre la iconografía tradicional bélica y especula con la visualización de la violencia; José Damasceno usa el ajedrez como representación de esos conflictos, y Harun Farocki, los combates simulados en videojuegos.

En otra pantalla Ana García-Pineda expresa con palabras la memoria del exilio forzado y Equipo Crónica revisita el Guernica. Thomas Hirschhorn también dota de nuevos significados a obras sobre desastres de la guerra.

Algunos artistas son más optimistas e invitan a buscar soluciones, como Antoni Muntadas, y otros hablan de manera solidaria y fraternal de la marginación, como Juan Ugalde o Bill Viola.
La exposición se podrá ver hasta el próximo 21 de octubre en CaixaForum Barcelona. Esperemos que a partir de ese entonces la tengamos también disponible en otros sitios, como Madrid.
Deja un comentario