Espacio SOLO nos invita a reflexionar qué es aquello que nos hace humanos en su propuesta Still Human, una exposición que reúne a más de 40 artistas contemporáneos y casi 100 obras del acervo de la Colección SOLO y artistas invitados.
La creatividad en Still Human
Still Human se centra en nuestra capacidad para crear, expresarnos, percibir emociones, observar y adaptarnos a lo que nos rodea armados de imaginación.
La exposición pone en diálogo obras de artistas como David Altmejd, Mario Klingemann, Tomoo Gokita, Neo Rauch, Nina Saunders, Nam June Paik, Evru / Zush y Miriam Cahn, entre otros, para reflexionar sobre cómo nos relacionamos con aquello que es nuevo. Desde la pintura, la escultura, el arte sonoro, el new media o la inteligencia artificial, el recorrido explora cómo la creación contemporánea da respuesta a un horizonte de futuro incierto marcado por la conectividad y las constantes transformaciones tecnológicas.
Novedades y emociones
Still Human invita a reflexionar sobre las distintas reacciones emocionales que se han experimentado con la presentación de nuevas tecnologías: cómo las desarrollamos, las tememos y nos fascinan a la vez.
Y es que algunos sienten temor ante las novedades tecnológicas como la robotización, la biotecnología o la inteligencia artificial, y otros aprovechan para explorar a través de estas nuevos terrenos creativos, como es el caso de Mario Klingemann y su inquietante a la par que maravillosa obra Memories of Passersby I, que genera retratos efímeros en tiempo real.
Las obras de gran formato de Sergio Mora y Ryan Hershka, por su parte, reflejan los temores sobre invasiones de robots y fusiones atómicas en el contexto paranoico de la Guerra Fría.
Otro de los temas en los que Still Human hace especial hincapié es el juego, con exponentes como Nam June Paik, que incorporan la televisión, el vídeo o el digital. Su obra Antenna Buddah sirve de ejemplo, mostrando con humor y perspicacia el impacto de la televisión en nuestras sociedades.
Las obras de Brick y Fingers de Nik Ramage evocan autómatas y objetos surrealistas dotados de un oscuro sentido del humor, mientras Johan Deckmann, con sus falsas publicaciones de autoayuda, lleva la inventiva y el juego de palabras a objetos encontrados.
El juego visual cumple un objetivo filosófico en Head, de Tony Matteli, en la que un plátano hiperrealista pone en el centro nuestra relación con la escultura clásica.
Los paisajes y los rostros en Still Human
Still Human también aborda los paisajes a través de collages como Taigu Descendants, del artista chino Yan Yongliang, que crea videoinstalaciones e imágenes manipuladas digitalmente en forma de collages.
Entre lo humano y lo paisajístico se encuentra Can Pekdemir, con figuras orgánicas que parecen salir de mitologías ancestrales y evocan ramas o tallos.
En cuanto a los rostros, destacada la pieza Strange Ritual, de Tomoo Gokita, donde unos personajes salidos del cine negro de los años 60 aparecen casi sin rostro.
Still Human muestra cómo la tecnología empuja nuevas formas de expresión y cómo la realidad va escapando cada vez más a toda definición. Mezclas de técnicas y estilos con resultados sorprendentes en un espacio artístico de lujo.
Además, en las visitas, guiadas y gratuitas, solo se permiten cinco personas por protocolo de seguridad, por lo que el disfrute está garantizado. Podéis apuntaros aquí.
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