Caixa Forum Madrid acogió los pasados 13 y 14 de octubre el V Congreso de Superdotación y Altas Capacidades bajo el lema “La apuesta por el talento: identificación y motivación de los superdotados”. Dentro del evento se entregaron los Premios Fundación del Mundo del Superdotado a la Excelencia Educativa 2017, que reconocen la labor de profesores comprometidos con estos alumnos extraordinarios.
Profesores motivados y motivadores
El primer premio recayó en el Proyecto de desarrollo de capacidades, presentado por Pilar Moreno del Colegio Escuelas Pías de Jaca (Huesca). Después de colegio jaqués ha quedado en segunda posición el Proyecto Promoción del talento entre todos y para todos presentado por Andrés Carlos López Herrero, del Instituto de Enseñanza Secundaria Infanta Elena de Jumilla (Murcia). El Tercer Premio fue para el Proyecto Tutoría para todos presentado por la profesora Concepción Montero García del Colegio San Juan Bosco de Cartagena (Murcia).
Los tres profesores y sus respectivos trabajos destacan por su contenido innovador y aportación de nuevas posibilidades educativas que redundan en la calidad de la enseñanza para alumnos con altas capacidades intelectuales, así como por su repercusión metodológica en la mejora de resultados de la práctica educativa con estos alumnos.
La superdotación sale del armario
Durante el congreso, organizado por la Fundación El Mundo del Superdotado con la colaboración de la Fundación Bancaria La Caixa, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la revista Magisterio, entre otros patrocinadores, se habló de aspectos relacionados con las altas capacidades intelectuales que son desconocidos para una gran mayoría de la población, como las necesidades emocionales, las dificultades para la detección y el acoso escolar que sufren el 46% de estos niños a lo largo de su trayectoria educativa.
Y es que no es sencillo para una familia con un miembro con alta capacidad intelectual encontrar respuesta y apoyo a las necesidades que presentan tanto a nivel educativo como a nivel afectivo.
El primer escollo suele venir por parte de profesores que “no lo ven” o “no creen en las altas capacidades” y hasta pueden llegar a bromear con que “todos los padres piensan que sus hijos son muy listos”. Un profesor que no sepa ver a un alumno con esta capacidad intelectual puede llegar a ser desencadenante de desmotivación, depresión y hasta fracaso escolar de ese alumno o alumna brillante.
Además, por su forma de aprender, su inquietud y su sensibilidad, que chocan frontalmente con el encorsetamiento del sistema educativo tradicional, en muchos casos son diagnosticados erróneamente con otros trastornos como Trastorno de Déficit de Atención (TDAH, con hiperactividad o sin ella) o Trastornos en el Espectro Autista (TEA) que, si bien pueden coexistir, en el caso de hacerlo se llama “doble excepcionalidad” (y habría que tratar por separado, porque en estos casos se suele descuidar la parte de las altas capacidades para centrarse solo en la que es más problemática, pero es un error).
Los mitos
Las personas con inteligencia extraordinaria se encuentran, además, con muchos mitos que impiden una detección. Desde pensar que por ser más inteligentes tienen que tener un desarrollo académico impecable, pintar de manera excelente o componer piezas musicales a los 5 años hasta desechar que un alumno o alumna pueda tener altas capacidades porque suspenda hay muchas leyendas urbanas que hacen del día a día de estas personas un cúmulo de obstáculos.
Otro mito es el de la “sobrestimulación”, que es afirmar que si el niño sabe más cosas que sus compañeros es porque sus padres lo han sobrestimulado, como si la exigencia paterna fabricase superdotados cuando hay niños a los que se les presenta una y otra vez el conocimiento y, si no están preparados para él, no lo aprenden.
Asimismo, se tiende a pensar que son fríos y calculadores y lo cierto es que en muchos casos son extremadamente sensibles tanto a nivel sensitivo como emocional y necesitan apoyo y acompañamiento para poder desarrollar al máximo su potencial.
Según las estadísticas del Ministerio de Educación Cultura y Deporte a finales del curso 2015/2016 solo había identificados 23.741 alumnos de altas capacidades, de los 8.113.239 alumnos en total escolarizados en nuestro país, lo que representa un porcentaje de apenas el 0,29 % del total. Esto supone que 138.517 estudiantes superdotados están escolarizados en nuestro país y no están recibiendo educación específica, lo que supone un fracaso tanto para ellos como para toda la sociedad.
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