Las plataformas de series en streaming nos han salvado durante el confinamiento y nos alegran la vida, proporcionándonos buenos ratos de entretenimiento, pero no son asociaciones sin ánimo de lucro ni entidades de acción social, sino corporaciones que quieren obtener el máximo beneficio y para ello no dudarán en ejercer manipulación, incluso entre los más pequeños.
Formas de manipulación
Netflix, HBO, Filmin, Movistar, etc. quieren que pasemos el mayor tiempo posible conectados a ellas, y es por eso que desarrollan todo tipo de estrategias para conseguirlo.
Un ejemplo muy sonado tuvo lugar con la emisión del episodio Bandersnatch de Black Mirror, en el que los espectadores podían ir tomando pequeñas decisiones sobre la trama. Y, aunque eran menores y no afectaban a la historia (incluso podrían considerarse narrativamente una estafa), eso no fue impedimento para que Netflix las almacenase en sus base de datos de usuarios para “mejorar la experiencia y la funcionalidad”. Es decir, que según lo que hayas visto y elegido, te presenta unos u otros contenidos.
No es algo que oculten, ni mucho menos.
Mientras nos damos atracones (“binge-watching” en inglés), las plataformas siguen pensando cómo podemos pasar más y más tiempo enganchados a ellas.
Todo esto es bastante cuestionable desde un punto de vista ético. Ya somos clientes y estamos pagándoles, pero a su vez están almacenando nuestros datos para utilizarlos en nuestra contra (el peligro de adicción es evidente), ¿no sería esto una forma de estafa?
Y se vuelve todavía más turbio cuando afecta a menores.
Manipulación infantil
Los niños y los adolescentes son un target para estas plataformas debido a que, según datos de la Universitat Oberta de Catalunya, un 36% de los programas y películas más vistos son contenidos infantiles y juveniles.
Nancy Kanter, vicepresidenta ejecutiva y gerente general de Disney Junior Worldwide, ha llegado a declarar “Nos ha sorprendido la rapidez con la que los niños han adoptado esta nueva tecnología. Estamos hablando de miles de millones de minutos de observación”.
La manipulación con ellos se lleva a cabo a varios niveles. Por un lado, como con los adultos, mediante la presentación misma de los contenidos, en bloque, encadenando capítulos, con la posibilidad de saltarse los créditos de entrada y salida y obtener placer inmediato, y presentando las novedades los viernes, a ser posible. Por otro, mediante técnicas cada vez más sofisticadas, como el contenido interactivo, que genera mayor inmersión en la historia.
En Netflix, incluso, ha llegado a surgir la idea de dar premios después de cada episodio a modo de coleccionables y, aunque se descartó por generar mucha polémica entre las familias, que sus planteamientos sigan esa línea nos debe hacer estar más atentos y vigilantes.
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