En este mundo digitalizado, todo tipo de estafas acechan a los usuarios de Internet. Una que está en auge es la llamada estafa del romance, que apela a los sentimientos y la confianza.
Según indican desde CaixaBank, el inicio de este fraude se encuentra en redes sociales (Facebook, Instagram, etc.), en aplicaciones de citas como Tinder o páginas web de contactos a las que acuden las potenciales víctimas en busca de amigos o de una relación amorosa.
Los ciberdelincuentes crean en ellas perfiles falsos, con fotografías y biografías que llaman la atención de otros usuarios desde el primer momento. Esto hace que las víctimas sientan interés e inicien una conversación con el ciberdelincuente.
Durante días, semanas e incluso meses, el estafador trabaja para ganarse la confianza de la potencial víctima, a la que va seduciendo hasta que consigue iniciar con ella una relación a distancia. Lo más habitual es que víctima y estafador no se conozcan en persona, pero exista la promesa de verse próximamente.
Así, pagar el billete que les permita verse es una de las excusas más utilizadas para solicitar un primer envío de dinero, petición a la que acceden las víctimas por el vínculo que ya tienen con el estafador.
Cuando el ciberdelincuente recibe el dinero, corta la relación y desaparece.
Deja un comentario