Hace unos días decidí llevar a mi sobrino a Velazquez Tech Museum, que se describe a sí mismo como “una experiencia sensorial 360º” dentro de “la nueva y más innovadora oferta de ocio de la ciudad de Madrid inspirada en el icono universal”, y la vivencia, que contaré unas líneas más abajo, me ha hecho pensar en la proliferación de este tipo de espacios en Madrid.
Lo que en principio podría ser algo beneficioso para la ciudad, en la práctica está resultando una opción mercantilista que no recoge la esencia artística que sí tienen otros centros culturales y museos que no están orientados al beneficio económico.
Así, espacios como Velazquez Tech Museum, o el Museo de las Ilusiones, ambos situados en pleno centro (Calle Atocha el primero y Calle del Dr.Cortezo, el segundo), se corresponden más con una oferta de actividades simples para público poco exigente que viene a Madrid por las cervecitas, pero siente vergüenza de irse con las manos vacías y por eso asiste a estos lugares.
Es curioso y bastante ilustrativo que, buscando Velazquez Tech Museum en Google, la descripción del sitio y el anuncio correspondiente para la compra de entradas aparezca ya en inglés. Entradas que, además, tienen un precio que deja sabor agridulce y sensación de haber sufrido una estafa cuando, a los 15 minutos, te encuentras fuera del edificio pensando qué hacer.
Para ir con niños no está mal. Mi sobrino, de 6 años y al que últimamente le da por ponerse en repetición aquel vídeo viral de PlayGround en el que la princesa Margarita preguntaba al pintor de Las Meninas si era guapa, poderse meter dentro del cuadro fue una experiencia divertida, pero, salvo la sala de los hologramas, un adulto experimentado en exposiciones puede ver claramente el afán mercantilista y el negocio.
El Museo de las Ilusiones da algo más de juego, nunca mejor dicho, pero sigue siendo caro para el tiempo de visita y el abanico de actividades que ofrece.
Si tenéis planeado viajar a Madrid y queréis disfrutar del arte o la ciencia, os recomiendo los espacios más tradicionales (Museo del Prado, Museo Reina Sofía, Museo Nacional de Ciencia y Tecnología de Alcobendas, CaixaForum y, cómo no, el Espacio SOLO o, en su defecto -por cartel de completo-, Matadero y la exposición sobre El jardín de las Delicias).
Deja un comentario